Con la llegada de las bajas temperaturas, los hogares se transforman en acogedores refugios, donde braseros y estufas comienzan a recuperar protagonismo. Escenas familiares y de amistad se desarrollan en torno a cálidas lumbres y chimeneas, mientras el aire se impregna del característico olor a leña quemada. Sin embargo, este idílico cuadro invernal trae consigo un desafío urbano que demanda atención: la gestión responsable de las cenizas resultantes de estas prácticas.
Las concejalías de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente han lanzado una advertencia clara y contundente: está prohibido depositar cenizas de estufas, braseros y calderas en los contenedores de basura. Este recordatorio no solo busca preservar la integridad de los contenedores, que corren el riesgo de incendio al estar en contacto con brasas mal apagadas, sino también proteger a los barrios de potenciales desastres. Un pequeño descuido podría desencadenar una cadena de eventos que involucre el propio recipiente, camiones de transporte de basura y, en casos extremos, estructuras cercanas como edificios, vehículos y áreas verdes.
«Incluso las brasas aparentemente inofensivas pueden mantener un fuego latente durante horas, convirtiendo un contenedor de reciclaje en un peligro latente», explican expertos locales. Por este motivo, la elección del lugar correcto y seguro para deshacerse de las cenizas es vital. Una práctica recomendada consiste en usar un cubo o recipiente metálico para almacenar las cenizas durante al menos 24 a 48 horas. Esta medida asegura que las brasas se extingan por completo antes de proceder a su eliminación definitiva.
Para quienes disponen de un espacio exterior, como un jardín o una terraza, estos lugares son ideales para colocar el cubo metálico. Adicionalmente, sumergir las cenizas en agua ofrece una doble capa de seguridad, asegurando la total extinción de cualquier elemento combustible.
El recordatorio también es puntual sobre el uso adecuado de los contenedores de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), destinados exclusivamente para el vertido de materia orgánica. Otros materiales deben ser llevados al Punto Limpio o a los contenedores específicos para cada tipo de residuo.
En esta temporada de reuniones frente al fuego y celebraciones en torno a la calidez del hogar, el compromiso con la seguridad y el medio ambiente debe prevalecer. El simple acto de manejar adecuadamente las cenizas no solo preserva nuestro entorno, sino que también ayuda a mantener el espíritu navideño y de invierno libre de incidentes.
Nota del Ayuntamiento de Miguelturra.